martes, 2 de noviembre de 2010

Dia de muertos


Como prometí aquí esta la explicasion de la festividad de día de muertos en México para nuestros lectores extranjeros. Según la creencia de la civilización Mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.

El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los Mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos.

Hay que deleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida.

Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.

La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.

Cada pueblo y región ofrece variados diseños e ideas para este evento, pero todos con la misma finalidad: recibir y alimentar a los invitados, y convivir con ellos. En casa se realiza un altar (a veces de siete escalones, pues se supone que es el numero niveles que tiene que trascender el difunto para llegar a la otra vida)  en el que se coloca la fotografía del difunto, junto con la comida y bebida que era de su agrado mientras vivía. algunas veladoras, flores, papel picado y calaveritas de azúcar (llamadas también alfeñiques) complementan el altar.



En el altar están representados también los cuatro elementos. Las veladoras, el papel picado, la comida y la bebida. Fuego, aire, tierra y agua, respectivamente, y en algunos lugares las personas organizan verdaderos carnavales en los panteones que en esta época del año se llenan de flores, música, baile, comida y bebida.

Y al día siguiente ya que los muertos han vuelto al inframundo los niños se pueden deleitar con todos los dulces, panes de muerto (hechos especialmente para la ocasión y con detalles de "huesos") y calaveritas de azúcar del altar, incluso pueden acudir a la casa de los vecinos a "pedir su calaverita".

 
Felices tiros.

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